
sábado, 26 de febrero de 2011
CALENTAMIENTO GLOBAL
El calentamiento
global es un término utilizado para referirse al fenómeno del aumento de la
temperatura media
global, de la atmósfera
terrestre y de los océanos, desde 1850,
coincidiendo con el final de la denominada Pequeña Edad de
Hielo,[1]
o ya sea en relación a periodos más extensos.[2]
Este incremento se habría acentuado en las últimas décadas del siglo XX y la
primera del XXI.
global es un término utilizado para referirse al fenómeno del aumento de la
temperatura media
global, de la atmósfera
terrestre y de los océanos, desde 1850,
coincidiendo con el final de la denominada Pequeña Edad de
Hielo,[1]
o ya sea en relación a periodos más extensos.[2]
Este incremento se habría acentuado en las últimas décadas del siglo XX y la
primera del XXI.
El
calentamiento global está asociado a un cambio climático
que puede tener causa antropogénica o no.
El principal efecto que causa el calentamiento global es el efecto invernadero,
fenómeno que se refiere a la absorción —por ciertos gases atmosféricos;
principalmente CO2— de parte de la energía que el
suelo emite, como consecuencia de haber sido calentado por la radiación solar.
El efecto invernadero
natural que estabiliza el clima de la Tierra no es cuestión que se incluya en
el debate sobre el calentamiento global. Sin este efecto invernadero natural
las temperaturas caerían aproximadamente en unos 30 °C; con tal cambio, los
océanos podrían congelarse y la vida, tal como la conocemos, sería imposible.
Para que este efecto se produzca, son necesarios estos gases de efecto
invernadero, pero en proporciones adecuadas. Lo que preocupa a los climatólogos
es que una elevación de esa proporción producirá un aumento de la temperatura
debido al calor atrapado en la
baja atmósfera.
calentamiento global está asociado a un cambio climático
que puede tener causa antropogénica o no.
El principal efecto que causa el calentamiento global es el efecto invernadero,
fenómeno que se refiere a la absorción —por ciertos gases atmosféricos;
principalmente CO2— de parte de la energía que el
suelo emite, como consecuencia de haber sido calentado por la radiación solar.
El efecto invernadero
natural que estabiliza el clima de la Tierra no es cuestión que se incluya en
el debate sobre el calentamiento global. Sin este efecto invernadero natural
las temperaturas caerían aproximadamente en unos 30 °C; con tal cambio, los
océanos podrían congelarse y la vida, tal como la conocemos, sería imposible.
Para que este efecto se produzca, son necesarios estos gases de efecto
invernadero, pero en proporciones adecuadas. Lo que preocupa a los climatólogos
es que una elevación de esa proporción producirá un aumento de la temperatura
debido al calor atrapado en la
baja atmósfera.
El
cuerpo de la ONU
encargado del análisis de los datos científicos relevantes —el IPCC (Inter-Governmental
Panel on Climate Change o Panel Intergubernamental
del Cambio Climático)— sostiene que: «la mayoría de los aumentos observados
en la temperatura media del globo desde la mitad del siglo XX, son muy
probablemente debidos al aumento observado en las concentraciones de GEI antropogénicas».[3]
Esto es conocido como la teoría antropogénica, y
predice que el calentamiento global continuará si lo hacen las emisiones de
gases de efecto invernadero. En el último reporte con proyecciones de modelos climáticos presentados por IPCC, indican
que es probable que temperatura global de la superficie, aumente entre 1,1 a
6,4 °C (2,0 a 11,5 °F) durante el siglo 21.[4]
cuerpo de la ONU
encargado del análisis de los datos científicos relevantes —el IPCC (Inter-Governmental
Panel on Climate Change o Panel Intergubernamental
del Cambio Climático)— sostiene que: «la mayoría de los aumentos observados
en la temperatura media del globo desde la mitad del siglo XX, son muy
probablemente debidos al aumento observado en las concentraciones de GEI antropogénicas».[3]
Esto es conocido como la teoría antropogénica, y
predice que el calentamiento global continuará si lo hacen las emisiones de
gases de efecto invernadero. En el último reporte con proyecciones de modelos climáticos presentados por IPCC, indican
que es probable que temperatura global de la superficie, aumente entre 1,1 a
6,4 °C (2,0 a 11,5 °F) durante el siglo 21.[4]
Cualquier
tipo de cambio climático, además implica cambios en otras variables. Sus
múltiples interacciones hacen que la única manera de evaluar estos cambios sea
mediante el uso de modelos computacionales, los cuales intentan
simular la física de la atmósfera y del océano.
tipo de cambio climático, además implica cambios en otras variables. Sus
múltiples interacciones hacen que la única manera de evaluar estos cambios sea
mediante el uso de modelos computacionales, los cuales intentan
simular la física de la atmósfera y del océano.
El Protocolo de Kyoto, acuerdo originado en la Convención
Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y adoptado en la Conferencias de Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo, promueve una reducción de emisiones
contaminantes, principalmente CO2. El protocolo ha sido tachado en
ciertas ocasiones de injusto,[cita requerida] ya que el
incremento de las emisiones tradicionalmente está asociado al desarrollo
económico, con lo que las naciones que resultarían más afectadas por el
cumplimiento de este protocolo podrían ser aquellas en zonas menos
desarrolladas. No obstante en el citado protocolo, las naciones en desarrollo
(incluidas China o
la India) están exentas de
contener sus emisiones de GEI.
Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y adoptado en la Conferencias de Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo, promueve una reducción de emisiones
contaminantes, principalmente CO2. El protocolo ha sido tachado en
ciertas ocasiones de injusto,[cita requerida] ya que el
incremento de las emisiones tradicionalmente está asociado al desarrollo
económico, con lo que las naciones que resultarían más afectadas por el
cumplimiento de este protocolo podrían ser aquellas en zonas menos
desarrolladas. No obstante en el citado protocolo, las naciones en desarrollo
(incluidas China o
la India) están exentas de
contener sus emisiones de GEI.
Más
allá del consenso científico general en torno a la aceptación del origen
principalmente antropogénico del calentamiento global,[5]
[6]
[7]
hay un intenso debate político sobre la realidad, de la evidencia científica del
mismo. Por ejemplo, algunos de esos políticos opinan que el presunto consenso
climático es una completa falacia,[8]
y en enero de 2009 la minoría republicana del Senado de los
Estados Unidos elaboró una lista con más de 700 científicos que disentían
del origen antrópico de los cambios de temperatura de la Tierra.[9]
En 2009 se descubrió el
pretendido escándalo del denominado Climagate, que
alegadamente demostró que los científicos de la Unidad de Investigación del
Clima de la Universidad de East Anglia habrían
manipulado los datos para así coincidir con las teorías del calentamiento
global.[10]
[11]
Sin embargo, observadores científicos independientes cuestionan esa
interpretación. Nature
comenta: “Lo que los correos electrónicos no muestran, es sin embargo
una gran conspiración para confeccionar el calentamiento global...”[12]
New Scientist apunta que “no se ha mostrado que haya en los correos
electrónicos hackeados algo que implique una socavación de
ninguna de las conclusiones científicas”.[13]
Continuando a examinar algunas de las sugerencias de los escépticos del origen
antropogénico del calentamiento global, el artículo muestra varios ejemplos
sobre la falta de ajustamiento a los hechos y su rigor -por ejemplo, la
presentación de artículos de opinión de periodistas, como “artículos
científicos revisados por pares”- y concluye: “dejamos que
los lectores saquen sus propias conclusiones, acerca de en quien confiar”.
allá del consenso científico general en torno a la aceptación del origen
principalmente antropogénico del calentamiento global,[5]
[6]
[7]
hay un intenso debate político sobre la realidad, de la evidencia científica del
mismo. Por ejemplo, algunos de esos políticos opinan que el presunto consenso
climático es una completa falacia,[8]
y en enero de 2009 la minoría republicana del Senado de los
Estados Unidos elaboró una lista con más de 700 científicos que disentían
del origen antrópico de los cambios de temperatura de la Tierra.[9]
En 2009 se descubrió el
pretendido escándalo del denominado Climagate, que
alegadamente demostró que los científicos de la Unidad de Investigación del
Clima de la Universidad de East Anglia habrían
manipulado los datos para así coincidir con las teorías del calentamiento
global.[10]
[11]
Sin embargo, observadores científicos independientes cuestionan esa
interpretación. Nature
comenta: “Lo que los correos electrónicos no muestran, es sin embargo
una gran conspiración para confeccionar el calentamiento global...”[12]
New Scientist apunta que “no se ha mostrado que haya en los correos
electrónicos hackeados algo que implique una socavación de
ninguna de las conclusiones científicas”.[13]
Continuando a examinar algunas de las sugerencias de los escépticos del origen
antropogénico del calentamiento global, el artículo muestra varios ejemplos
sobre la falta de ajustamiento a los hechos y su rigor -por ejemplo, la
presentación de artículos de opinión de periodistas, como “artículos
científicos revisados por pares”- y concluye: “dejamos que
los lectores saquen sus propias conclusiones, acerca de en quien confiar”.
Existen
además intereses económicos cruzados ya que hay muchas empresas que podrían ser
negativamente afectadas si se las hiciera responsable de sus externalidades,[14]
específicamente en el caso del control de emisiones de CO2 (ver
también tragedia
de los comunes), además de existir otras que se lucran extraordinariamente
de las cuantiosas subvenciones a energías renovables, cuyos elevados costos las
hacen incapaces de competir con las tradicionales (que sí emiten CO2).
Así por ejemplo, el jefe del IPCC, Rajendra
Pachauri fue acusado por Monckton, - en diciembre de 2009- de
conflicto de intereses, uso de información privilegiada por su pasado como
magnate petrolero y sus vínculos con el comercio de cuotas de emisión de
contaminación. Al Gore ha
sido cuestionado por lucrarse invirtiendo en empresas verdes auspiciadas
por la política ecologista.[15]
[16]
De igual modo, el diario izquierdista británico The Guardian y la ONG ecologista Greenpeace, acusaron en 2007
a la petrolera ExxonMobil
de financiar informes que pusieran en duda la tesis oficial sobre el cambio
climático.[17]
además intereses económicos cruzados ya que hay muchas empresas que podrían ser
negativamente afectadas si se las hiciera responsable de sus externalidades,[14]
específicamente en el caso del control de emisiones de CO2 (ver
también tragedia
de los comunes), además de existir otras que se lucran extraordinariamente
de las cuantiosas subvenciones a energías renovables, cuyos elevados costos las
hacen incapaces de competir con las tradicionales (que sí emiten CO2).
Así por ejemplo, el jefe del IPCC, Rajendra
Pachauri fue acusado por Monckton, - en diciembre de 2009- de
conflicto de intereses, uso de información privilegiada por su pasado como
magnate petrolero y sus vínculos con el comercio de cuotas de emisión de
contaminación. Al Gore ha
sido cuestionado por lucrarse invirtiendo en empresas verdes auspiciadas
por la política ecologista.[15]
[16]
De igual modo, el diario izquierdista británico The Guardian y la ONG ecologista Greenpeace, acusaron en 2007
a la petrolera ExxonMobil
de financiar informes que pusieran en duda la tesis oficial sobre el cambio
climático.[17]
Deforestación
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Imagen satelital de la cuenca del Grijalva
antes de llegar a Villahermosa
(Tabasco). Nótese la deforestación en todo el valle.
antes de llegar a Villahermosa
(Tabasco). Nótese la deforestación en todo el valle.
La deforestación es un proceso provocado generalmente por la
acción humana,
en la que se destruye la superficie forestal.[1] [2] Está directamente causada por la acción del
hombre sobre la naturaleza, principalmente debido a las talas o quemas
realizadas por la industria maderera, así como para la obtención de suelo para
la agricultura y ganadería.
acción humana,
en la que se destruye la superficie forestal.[1] [2] Está directamente causada por la acción del
hombre sobre la naturaleza, principalmente debido a las talas o quemas
realizadas por la industria maderera, así como para la obtención de suelo para
la agricultura y ganadería.
Remover árboles sin una eficiente reforestación,
resulta en un serio daño al hábitat,
perdida de biodiversidad
y aridez. Tiene un impacto
adverso en la fijación de carbono atmosférico (CO2). Las regiones
deforestadas tienden a una erosión del suelo y frecuentemente se degradan a tierras no
productivas.
resulta en un serio daño al hábitat,
perdida de biodiversidad
y aridez. Tiene un impacto
adverso en la fijación de carbono atmosférico (CO2). Las regiones
deforestadas tienden a una erosión del suelo y frecuentemente se degradan a tierras no
productivas.
Entre los factores que llevan a la deforestación en gran escala se
cuentan: el descuido e ignorancia del valor intrínsico, la falta de valor
atribuido, el manejo poco responsable de la forestación y leyes
medioambientales deficientes.
cuentan: el descuido e ignorancia del valor intrínsico, la falta de valor
atribuido, el manejo poco responsable de la forestación y leyes
medioambientales deficientes.
En muchos países la deforestación causa extinción, cambios en
las condiciones climáticas, desertificación y desplazamiento de poblaciones
indígenas.
las condiciones climáticas, desertificación y desplazamiento de poblaciones
indígenas.
EFECTO INVERNADERO
Se
denomina efecto invernadero al fenómeno por el cual determinados gases,
que son componentes de la atmósfera planetaria, retienen parte de la energía
que el suelo emite por haber sido calentado por la radiación solar.
Afecta a todos los cuerpos planetarios dotados de atmósfera. De acuerdo con la
mayoría de la comunidad científica, el efecto invernadero se está viendo
acentuado en la Tierra por la
emisión de ciertos gases, como el dióxido de carbono
y el metano, debido a la
actividad humana.
denomina efecto invernadero al fenómeno por el cual determinados gases,
que son componentes de la atmósfera planetaria, retienen parte de la energía
que el suelo emite por haber sido calentado por la radiación solar.
Afecta a todos los cuerpos planetarios dotados de atmósfera. De acuerdo con la
mayoría de la comunidad científica, el efecto invernadero se está viendo
acentuado en la Tierra por la
emisión de ciertos gases, como el dióxido de carbono
y el metano, debido a la
actividad humana.
Este
fenómeno evita que la energía solar recibida constantemente por la Tierra
vuelva inmediatamente al espacio, produciendo a escala planetaria un efecto
similar al observado en un invernadero.
fenómeno evita que la energía solar recibida constantemente por la Tierra
vuelva inmediatamente al espacio, produciendo a escala planetaria un efecto
similar al observado en un invernadero.
En la
atmósfera el mantenimiento del equilibrio entre la recepción de la radiación
solar y la emisión de radiación infrarroja, devuelve al espacio la misma
energía que recibe del Sol. Esta acción de equilibrio se llama balance
energético de la Tierra y permite mantener la temperatura en un estrecho margen
que posibilita la vida ([1]
)
atmósfera el mantenimiento del equilibrio entre la recepción de la radiación
solar y la emisión de radiación infrarroja, devuelve al espacio la misma
energía que recibe del Sol. Esta acción de equilibrio se llama balance
energético de la Tierra y permite mantener la temperatura en un estrecho margen
que posibilita la vida ([1]
)
En un
período suficientemente largo el sistema climático debe estar en equilibrio, la
radiación solar entrante en la atmósfera está compensada por la radiación
saliente. Pues si la radiación entrante fuese mayor que la radiación saliente
se produciría un calentamiento y lo contrario produciría un enfriamiento.[2]
Por tanto, en equilibrio, la cantidad de radiación solar entrante en la
atmósfera debe ser igual a la radiación solar reflejada saliente más la
radiación infrarroja térmica saliente. Toda alteración de este balance de radiación,
ya sea por causas naturales u originado por el hombre (antropógeno), es un forzamiento radiativo y supone un cambio de
clima y del tiempo asociado.[3]
período suficientemente largo el sistema climático debe estar en equilibrio, la
radiación solar entrante en la atmósfera está compensada por la radiación
saliente. Pues si la radiación entrante fuese mayor que la radiación saliente
se produciría un calentamiento y lo contrario produciría un enfriamiento.[2]
Por tanto, en equilibrio, la cantidad de radiación solar entrante en la
atmósfera debe ser igual a la radiación solar reflejada saliente más la
radiación infrarroja térmica saliente. Toda alteración de este balance de radiación,
ya sea por causas naturales u originado por el hombre (antropógeno), es un forzamiento radiativo y supone un cambio de
clima y del tiempo asociado.[3]
Los
flujos de energía entrante y saliente se juntan en el sistema climático
ocasionando muchos fenómenos tanto en la atmósfera, como en el océano o en la
tierra. Así la radiación entrante solar se puede dispersar en la atmósfera o
ser reflejada por las nubes y los aerosoles. La superficie terrestre puede
reflejar o absorber la energía solar que le llega. La energía solar de
onda corta se transforma en la Tierra en calor. Esa energía no se disipa, se
encuentra como calor
sensible o calor
latente, se puede almacenar durante algún tiempo, transportarse en varias
formas, dando lugar a una gran variedad de tiempo y a fenómenos turbulentos en
la atmósfera o en el océano.Finalmente vuelve a ser emitida a la atmósfera como
energía radiante
de onda larga.[2]
Un proceso importante del balance de calor es el efecto albedo, por el que algunos
objetos reflejan más energía solar que otros. Los objetos de colores claros,
como las nubes o la superficies nevadas, reflejan más energía, mientras que los
objetos oscuros, como los océanos y los bosques, absorben más energía solar que
la que reflejan. Otro ejemplo de estos procesos es la energía solar que actúa
en los océanos, la mayor parte se consume en la evaporación del agua de mar,
luego esta energía es liberada en la atmósfera cuando el vapor de agua se
condensa en lluvia.[4]
flujos de energía entrante y saliente se juntan en el sistema climático
ocasionando muchos fenómenos tanto en la atmósfera, como en el océano o en la
tierra. Así la radiación entrante solar se puede dispersar en la atmósfera o
ser reflejada por las nubes y los aerosoles. La superficie terrestre puede
reflejar o absorber la energía solar que le llega. La energía solar de
onda corta se transforma en la Tierra en calor. Esa energía no se disipa, se
encuentra como calor
sensible o calor
latente, se puede almacenar durante algún tiempo, transportarse en varias
formas, dando lugar a una gran variedad de tiempo y a fenómenos turbulentos en
la atmósfera o en el océano.Finalmente vuelve a ser emitida a la atmósfera como
energía radiante
de onda larga.[2]
Un proceso importante del balance de calor es el efecto albedo, por el que algunos
objetos reflejan más energía solar que otros. Los objetos de colores claros,
como las nubes o la superficies nevadas, reflejan más energía, mientras que los
objetos oscuros, como los océanos y los bosques, absorben más energía solar que
la que reflejan. Otro ejemplo de estos procesos es la energía solar que actúa
en los océanos, la mayor parte se consume en la evaporación del agua de mar,
luego esta energía es liberada en la atmósfera cuando el vapor de agua se
condensa en lluvia.[4]
La
Tierra, como todo cuerpo caliente, superior al cero absoluto, emite
radiación térmica, pero al ser su temperatura mucho menor que la solar, emite radiación
infrarroja por ser un cuerpo
negro. La radiación emitida depende de la temperatura del cuerpo. En el
estudio del NCAR han concluido una oscilación anual media entre 15,9 °C en
julio y 12,2 °C en enero compensando los dos hemisferios, que se encuentran en
estaciones distintas y la parte terrestre que es de día con la que es de noche.
Esta oscilación de temperatura supone una radiación media anual emitida por la
Tierra de 396 W/m2.[5]
Tierra, como todo cuerpo caliente, superior al cero absoluto, emite
radiación térmica, pero al ser su temperatura mucho menor que la solar, emite radiación
infrarroja por ser un cuerpo
negro. La radiación emitida depende de la temperatura del cuerpo. En el
estudio del NCAR han concluido una oscilación anual media entre 15,9 °C en
julio y 12,2 °C en enero compensando los dos hemisferios, que se encuentran en
estaciones distintas y la parte terrestre que es de día con la que es de noche.
Esta oscilación de temperatura supone una radiación media anual emitida por la
Tierra de 396 W/m2.[5]
La
energía infrarroja emitida por la Tierra es atrapada en su mayor parte en la
atmósfera y reenviada de nuevo a la Tierra. Este fenómeno se llama Efecto
Invernadero y garantiza las temperaturas templadas del planeta.[6]
Según el estudio anterior de la NCAR, el Efecto Invernadero de la atmósfera
hace retornar nuevamente a la Tierra 333 W/m2.[7]
energía infrarroja emitida por la Tierra es atrapada en su mayor parte en la
atmósfera y reenviada de nuevo a la Tierra. Este fenómeno se llama Efecto
Invernadero y garantiza las temperaturas templadas del planeta.[6]
Según el estudio anterior de la NCAR, el Efecto Invernadero de la atmósfera
hace retornar nuevamente a la Tierra 333 W/m2.[7]
Globalmente
la superficie de la Tierra absorbe energía solar por valor de 161 w/m2
y del Efecto Invernadero de la Atmósfera recibe 333 w/m2, lo que
suma 494 w/m2, como la superficie de la Tierra emite (o dicho de
otra manera pierde) un total de 493 w/m2 (que se desglosan en 17 w/m2
de calor sensible, 80 w/m2 de calor latente de la evaporación del
agua y 396 w/m2 de energía infrarroja), supone una absorción neta de
calor de 0,9 w/m2, que en el tiempo actual está provocando el
calentamiento de la Tierra
la superficie de la Tierra absorbe energía solar por valor de 161 w/m2
y del Efecto Invernadero de la Atmósfera recibe 333 w/m2, lo que
suma 494 w/m2, como la superficie de la Tierra emite (o dicho de
otra manera pierde) un total de 493 w/m2 (que se desglosan en 17 w/m2
de calor sensible, 80 w/m2 de calor latente de la evaporación del
agua y 396 w/m2 de energía infrarroja), supone una absorción neta de
calor de 0,9 w/m2, que en el tiempo actual está provocando el
calentamiento de la Tierra
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